5 Trucos para mejorar nuestra postura y dormir mejor

Pasos a seguir:
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Antes de centrar la atención en adoptar la postura correcta para dormir bien, es imprescindible destacar la importancia de elegir un buen colchón y una almohada que aseguren tu descanso y bienestar durante las horas de sueño. Ambos son elementos centrales para lograr una adecuada alineación de la columna vertebral y prevenir dolencias articulares.

 

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Para mejorar tu postura al dormir debes ser consciente de la posición que adoptas en un inicio justo al acostarte en la cama. Es por ello que es recomendable evitar quedar dormido en el sofá o dejarse vencer por el sueño viendo la tele ya que de esta forma será imposible corregir la postura para dormir adecuadamente. En el momento en el que notas que estás a punto de dormirte, lo mejor es habilitar la cama para ello y adoptar las posiciones que te indicamos a continuación.

 

 

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Los especialistas coinciden en que una de las mejores posturas para un buen descanso es dormir de lado, conocida popularmente como posición fetal. Las rodillas y las caderas deben quedar ligeramente flexionadas sin sobrepasar un ángulo de 90º y, además, se recomienda colocar una almohada entre las piernas. Esta posición permite mantener una buena alineación de la columna vertebral y de las caderas evitando sobrecargas.

 

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Otra posición recomendada para dormir bien es boca arriba colocando una almohada justo debajo de las rodillas y con los brazos extendido a los lados del cuerpo. Permite también mantener la columna alineada y con buen apoyo sobre la cama pero es importante encontrar una almohada que tenga el grosor adecuado para una excelente alineación del cuello, de lo contrario podrían aparecer problemas cervicales.

 

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Además de conocer estas técnicas para mejorar la postura al dormir, los médicos y expertos también señalan aquella posición que se debe evitar,y esta es dormir boca abajo. Esto es debido a que en esta pose, la curvatura de la columna lumbar aumenta lo que a largo plazo puede provocar una sobrecarga de la articulación generando dolores en la zona. También puede acabar ocasionando dolencias musculares en el cuello y en la espada.